El 29 de julio de 1968, en medio de una época de cambios y tensiones personales, The Beatles inició la grabación de Hey Jude, su primer single bajo el sello Apple Records.
Escrita por Paul McCartney y acreditada junto a John Lennon, la canción tiene un origen íntimo: fue concebida para consolar a Julian Lennon, el hijo de John, tras el divorcio de sus padres.
El primer título fue Hey Jules, y McCartney la compuso durante un viaje en auto camino a visitar a Julian y Cynthia Powell, la exesposa de Lennon. "Comencé con la idea de Hey Jules, que era Julian, don't make it bad, take a sad song and make it better... Sabía que no iba a ser fácil para él", explicó McCartney. Con el tiempo, modificó el nombre por Jude, porque le sonaba mejor melódicamente.
Cynthia recordó: "Me sorprendí totalmente cuando, una tarde, Paul llegó por su cuenta. Estaba conmovida por su preocupación acerca de nuestro bienestar [...] En el camino hacia aquí compuso Hey Jude en el automóvil".
Grabación y recepción de Hey Jude
La canción fue grabada principalmente en Trident Studios, utilizando un sistema de ocho pistas, superior al de EMI en ese momento. Incluyó una orquesta de 36 músicos para la extensa coda, en la que también participaron los propios Beatles con palmas y coros. Su duración de más de siete minutos rompió con los estándares de la radio comercial.
Ringo Starr casi se pierde la entrada de batería tras una ida al baño no avisada. McCartney relató: "Comencé a tocar la toma que es la que se utilizó [...] sentí repentinamente a Ringo pasando de puntillas muy rápido por detrás de mí, tratando de llegar a su puesto".
Hey Jude fue lanzado oficialmente el 26 de agosto en EE.UU. y el 30 en Reino Unido. Alcanzó el número uno en ambos países, manteniéndose en la cima durante nueve semanas en EE.UU., más que cualquier otro sencillo del grupo. Vendió más de ocho millones de copias.
Significados múltiples y legado
A pesar de su origen claro, Lennon pensó que la canción también hablaba de él y su relación con Yoko Ono: “Siempre la oí como una canción dedicada a mí. [...] Él dice: Hey, Jude —Hey, John—. [...] Inconscientemente, él dijo 'Sigue adelante, déjame'".
En los años siguientes, Hey Jude fue interpretada como un mensaje universal de ánimo ante situaciones difíciles. Fue nominada a tres premios Grammy, incluida Grabación del Año, y reconocida por Rolling Stone como una de las mejores canciones de todos los tiempos.
Más allá de su éxito comercial, su historia refleja una de las conexiones más personales entre McCartney y la familia de Lennon, en una etapa en la que los Beatles ya comenzaban a fracturarse.
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