Sentimos la Kyliemanía con todo. ¡Y por lo mismo, celebramos su próxima a nuestro país con una edición especial de contenidos! En esta cuenta regresiva, repasaremos los 10 mejores discos de Kylie Minogue en orden cronológico, hasta el 9 de agosto.
Por esto, empezamos con "Kylie", el álbum debut de Kylie Minogue, que fue lanzado el 4 de julio de 1988 bajo el sello PWL y con la producción del influyente trío británico Stock Aitken Waterman. Lejos de ser solo una estrella televisiva por su papel en la telenovela australiana Neighbours, Kylie logró romper todos los prejuicios con un disco que definió su identidad como ícono del pop y sentó las bases de una carrera que ha durado más de tres décadas. En esta nota, te contamos todos los detalles.
El fenómeno Kylie comienza
La historia del álbum comienza en 1987, cuando Kylie, ya famosa en Australia, fue invitada a un evento benéfico y cantó una versión de “The Loco-Motion”. Su interpretación llamó tanto la atención que fue grabada como sencillo en su país, alcanzando rápidamente el número uno. El éxito fue tal que atrajo la atención del poderoso trío productor Stock Aitken Waterman, quienes la llevaron a Londres para grabar un álbum completo.
Una anécdota que ha trascendido es que los productores olvidaron que Kylie estaba en el estudio esperando para grabar. Al percatarse, escribieron y grabaron “I Should Be So Lucky” en apenas 40 minutos, sin imaginar que se convertiría en un hit mundial.Canciones destacadas
El álbum contiene varios sencillos que definieron el sonido bubblegum pop de finales de los 80:
- “I Should Be So Lucky”: Número uno en Reino Unido y varios países. Se convirtió en su carta de presentación global.
- “The Loco-Motion”: Regrabada para este álbum, alcanzó el top 3 en Estados Unidos, consolidando su estatus internacional.
- “Je Ne Sais Pas Pourquoi”: Un tema melancólico pero pegajoso que mostró una faceta más suave y romántica.
- “Got to Be Certain” y “It’s No Secret” también fueron éxitos radiales y comerciales.
Impacto e importancia
Kylie fue un éxito rotundo: vendió más de 5 millones de copias a nivel mundial y fue el álbum más vendido en el Reino Unido en 1988 por una artista femenina. Su estilo, imagen y voz se convirtieron en sinónimo del pop juvenil de la época. Más allá de las cifras, este debut marcó el comienzo de una transformación artística: la transición de actriz a estrella del pop.
Aunque en ese momento fue vista por algunos como un producto manufacturado, Kylie Minogue demostró que había más sustancia detrás del brillo pop. Este disco fue el primer paso de una evolución que con el tiempo la llevaría a convertirse en una figura de culto en el mundo del pop y la comunidad LGBTQ+, además de una de las pocas artistas que han conseguido mantenerse vigentes a lo largo de cinco décadas.
En retrospectiva
Kylie no solo capturó el espíritu del pop ochentero, sino que ayudó a definirlo. Hoy se recuerda con nostalgia como un debut sorprendente, lleno de melodías simples pero irresistibles, que mostraron el carisma innato de una artista que aún tenía mucho por decir. Es también una prueba de cómo el pop, aunque subestimado por muchos, puede ser el punto de partida de una carrera musical extraordinaria.
