Josh Freese, reconocido baterista que se unió a Foo Fighters en 2023 tras la trágica muerte de Taylor Hawkins, confirmó su salida de la banda el pasado viernes. Aunque el anuncio oficial por parte del grupo aún no ha llegado, Freese se adelantó con una particular respuesta: una lista humorística con las "10 posibles razones principales por las que fue expulsado de Foo Fighters".
En un tono distendido, el músico publicó en sus redes sociales una lista que va desde silbar "My Hero" sin parar durante una gira hasta "no dejarse crecer la barba". Entre otras supuestas razones se incluyen "no llegar al estudio porque Mercurio estaba retrógrado" y "solo conocía una canción de Fugazi".
Más allá de las bromas, Freese expresó sorpresa y decepción por su salida. "Foo Fighters me llamó el lunes por la noche para comunicarme que habían decidido cambiar de rumbo con su baterista. No me dieron ninguna razón", escribió. "Disfruté los últimos dos años con ellos, dentro y fuera del escenario. Apoyo lo que consideren mejor para la banda".
En busca de alguien que ocupe al asiento de Hawkins
El baterista de 52 años, que cuenta con una destacada trayectoria junto a bandas como Nine Inch Nails, Devo y A Perfect Circle, fue clave en los conciertos tributo a Taylor Hawkins en 2022, y desde entonces acompañó al grupo en múltiples giras, aunque no alcanzó a grabar material de estudio con ellos.
Actualmente, crecen los rumores de que Oliver Shane Hawkins, hijo del fallecido Taylor Hawkins, podría ocupar la batería en Foo Fighters. El joven músico ya ha compartido escenario con la banda en varias ocasiones y ha demostrado su habilidad y carisma frente al público.
Mientras Foo Fighters prepara su primera presentación confirmada para 2025, en el Gran Premio de Singapur, Josh Freese ya retomó su agenda con A Perfect Circle, banda con la que no tocaba en vivo desde hace más de una década.
Por ahora, la batería de Foo Fighters queda vacante, y el futuro del grupo vuelve a estar envuelto en misterio.