
El 4 de mayo de 1996, Alanis Morissette inició una carrera de seis semanas consecutivas en la cima de las listas británicas con Jagged Little Pill, su tercer álbum de estudio. Ese hito no solo marcó un récord comercial, sino también un cambio de paradigma en el pop alternativo de los noventa.
Lanzado en 1995, el disco incluía éxitos como You Oughta Know, Ironic y Hand in My Pocket, canciones que captaron la atención mundial por su tono confesional, su carga emocional y una mezcla sonora que combinaba rock alternativo, pop y folk.
La voz rasposa de Morissette y su lirismo directo abordaban sin filtros temas como el amor, el sexo, la ira y la búsqueda de identidad.
"Jagged Little Pill demostró que una mujer podía ser tan cruda, honesta y directa como cualquier hombre", destacó la crítica especializada de la época.
Jagged Little Pill: un álbum que redefinió el pop alternativo
Producido por Glen Ballard —quien había trabajado con Michael Jackson y Paula Abdul—, Jagged Little Pill ofreció un sonido que oscilaba entre lo crudo y lo sofisticado. Guitarras potentes, baterías marcadas y melodías pop se combinaban con letras emotivas y sin concesiones. La química entre Ballard y Morissette fue clave para crear un disco que rompiera con los moldes de la industria musical dominada por artistas masculinos y fórmulas predecibles.
El álbum vendió más de 33 millones de copias en todo el mundo y ganó el Grammy al Álbum del Año en 1996. Fue además un fenómeno generacional: conectó especialmente con mujeres jóvenes que encontraron en la canadiense una voz auténtica y sin tapujos.
El impacto de Jagged Little Pill no se limitó a las ventas. El álbum fue considerado por muchos críticos como uno de los discos más importantes de los noventa. Y un símbolo del auge del rock alternativo con sensibilidad pop.