Este miércoles 7 de mayo, a las 16:30 (hora de Roma), comenzó oficialmente el cónclave que definirá al sucesor del Papa Francisco, fallecido el pasado 21 de abril. Los 133 cardenales electores ya se encuentran reunidos a puertas cerradas en la Capilla Sixtina, donde iniciaron el primero de los escrutinios que podría terminar con la elección del pontífice número 267 de la Iglesia Católica.
La atención global está centrada en una pequeña chimenea instalada en el techo de la Capilla Sixtina. Desde ahí saldrá el humo —negro o blanco— que revelará el resultado de la votación. Negro si no hay acuerdo; blanco si ya hay nuevo Papa. La primera fumata de este cónclave se espera entre las 18:00 y 19:00 horas (hora peninsular), es decir, entre las 12:00 y 13:00 en Chile.
Aunque existe una remota posibilidad de que el Papa sea elegido hoy mismo, es poco probable. Solo una vez en la historia reciente ocurrió algo así: en 1939, Pío XII fue elegido tras la tercera votación del primer día. Por lo general, los cardenales necesitan varios días de deliberaciones para alcanzar los dos tercios necesarios. Esto significa que se necesitan al menos 89 votos para consagrar a un nuevo líder religioso.
Así serán las votaciones
A partir de este jueves, el cónclave se organizará en jornadas de cuatro votaciones diarias. Estas se dividen en dos sesiones (mañana y tarde), con dos fumatas al día: una entre las 10:30 y las 12:00 y otra entre las 17:30 y 19:00 horas (hora peninsular). Si tras tres días de votaciones no se alcanza un consenso, se contempla una jornada de pausa para la reflexión.
Una vez que un candidato sea electo, deberá aceptar formalmente el cargo y escoger su nombre papal. Entonces, el protodiácono —el cardenal Dominique Mamberti— lo anunciará en latín desde el balcón central de la Basílica de San Pedro con el tradicional “Habemus Papam”.
Hasta entonces, el mundo permanece atento al color del humo.
