Zak Starkey confirmó su salida de The Who luego de casi tres décadas como parte estable de la banda. La noticia se produce tras una serie de conciertos en el Royal Albert Hall, después de los cuales comenzaron a circular rumores sobre tensiones internas y críticas a su desempeño.
Según reporta The Mirror, un portavoz del grupo afirmó que la separación fue una decisión colectiva, y que "sienten mucha admiración por él y le desean lo mejor para su futuro". No obstante, fuentes cercanas señalaron que la ruptura fue "al menos, amarga", y que “el nivel [de la batería] no fue tan alto como todos deseaban”.
En una declaración enviada a Rolling Stone, Starkey, hijo del legendario Ringo Starr y baterista del grupo desde 1996, respondió a la situación con palabras de gratitud y algo de desconcierto. "Estoy muy orgulloso de mis casi treinta años con The Who", escribió. "Reemplazar a mi padrino, el 'tío Keith', ha sido un gran honor y sigo siendo su mayor fan. Han sido como una familia para mí".
Negó que su salud fuera el problema
El músico también reveló que en enero sufrió "una grave emergencia médica con coágulos de sangre en la pantorrilla derecha del bombo". No obstante, aclaró que "ya está completamente curado y no me afecta tocar la batería ni correr".
"Después de tocar esas canciones con la banda durante tantas décadas, me sorprende y me entristece que alguien tenga algún problema con mi actuación esa noche. Pero, ¿qué le vamos a hacer?", comentó.
En paralelo, Metro informó que el vocalista Roger Daltrey se quejó en vivo durante el concierto del 30 de marzo. "Para cantar esa canción necesito escuchar la tonalidad, y no puedo. Solo tengo la batería haciendo bum, bum, bum", dijo enfadado.
Sin planes inmediatos con The Who, Starkey adelantó que se tomará un descanso para enfocarse en su familia. Además, ocupará su energía en el lanzamiento del sencillo Domino Bones de su proyecto Mantra of the Cosmos junto a Noel Gallagher, y en terminar su autobiografía. Aún no se ha confirmado quién lo reemplazará en la banda.
