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¿Para qué sirve el pequeño agujero en los candados? El detalle que pocos conocen

¿Alguna vez te preguntaste para qué sirve el pequeño agujero en la parte inferior de los candados? Su utilidad va más allá de la estética y es vital para su funcionamiento.

Candado Agujero
Getty Images

A primera vista, ese diminuto agujero que se encuentra en la parte inferior de muchos candados puede pasar desapercibido, pareciendo quizás solo un detalle de diseño sin mayor trascendencia.

Sin embargo, este pequeño orificio esconde una función esencial para el correcto funcionamiento y la longevidad del candado, una utilidad que pocos conocen pero que los especialistas destacan como fundamental.

Una de las principales razones de ser de este pequeño hoyo es su rol como drenaje. Los candados, especialmente aquellos que se utilizan en exteriores, están constantemente expuestos a las inclemencias del tiempo, como la lluvia y la humedad.

Sin una forma de escape, el agua podría acumularse dentro del mecanismo interno, provocando oxidación y, con el tiempo, comprometiendo la seguridad y la capacidad del candado para abrirse correctamente. El agujero inferior permite que esta agua se evacúe eficientemente, evitando daños por corrosión.

Agujero Del Candado
El secreto del pequeño agujero en los candados: mucho más útil de lo que imaginas | Getty Images

Mantención y usos especiales: La versatilidad del pequeño agujero

Pero la utilidad del agujerito va más allá de simplemente desaguar el agua. También cumple una función crucial para el mantención del candado.

Con el tiempo, el polvo, la suciedad y las variaciones de temperatura pueden hacer que el mecanismo interno se vuelva rígido y difícil de operar.

De acuerdo con TN, este pequeño orificio proporciona un punto de acceso ideal para introducir lubricantes o aceites especiales directamente en el interior del candado.

Una aplicación periódica de lubricante a través de este agujero puede ayudar a mantener las piezas internas móviles y operativas. Esto prolonga significativamente la vida útil del candado y asegurando su correcto funcionamiento a lo largo del tiempo.

En ciertos modelos específicos de candados, el agujerito tiene incluso una función adicional y sorprendente: puede ser utilizado como una entrada para una llave especial.

Esta función de apertura a través del orificio inferior suele estar diseñada como una medida de emergencia o para realizar un desbloqueo técnico en situaciones particulares.

Aunque el candado moderno, tal como lo conocemos hoy, se patentó en 1857 por un estadounidense llamado Theodor Yale, los primeros mecanismos similares a los candados se remontan a hace más de 4.000 años en civilizaciones antiguas como el Antiguo Egipto y Babilonia.

Posteriormente, los romanos contribuyeron a perfeccionar el diseño con el uso de metales y sistemas de cerradura más complejos.


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