Efemerides

"Bury the Hatchet" de The Cranberries: 26 años del álbum que siguió a la pausa

"Bury the Hatchet" de The Cranberries, lanzado en 1999, incluyó éxitos como "Promises" y "Animal Instinct", y marcó un cambio en el sonido de la banda irlandesa.

The Cranberries

El 19 de abril de 1999, The Cranberries lanzó Bury the Hatchet, su cuarto álbum de estudio y el primero tras un receso iniciado en 1996.

Dolores O'Riordan, vocalista del grupo, aprovechó ese tiempo para recuperarse del estrés y convertirse en madre, vivencias que influyeron en el contenido emocional del disco.

Con más de cuatro millones de copias vendidas y un Disco de Oro en Estados Unidos, Bury the Hatchet no fue el álbum más exitoso de la banda en términos comerciales, pero sí dejó varios de sus singles más recordados: Promises, Animal Instinct, Just My Imagination y You and Me.

Bury the Hatchet: un sonido renovado y temas más personales

El álbum representó un cambio en la dirección musical de The Cranberries. Bury the Hatchet ofrece desde canciones más pesadas, como Animal Instinct, impulsada por un potente riff de guitarra, hasta baladas introspectivas como Shattered y Fee Fi Fo, donde la voz característica de O'Riordan se luce con especial emotividad.

Los temas abordados en el disco reflejan la nueva etapa personal de su cantante: maternidad, infancia, divorcio y abuso infantil son parte de las letras.

Canciones como You and Me muestran esa sensibilidad, mientras que Promises destacó por su energía optimista y un coro memorable, logrando posicionarse en los rankings de todo el mundo.

La portada del álbum también generó conversación. Diseñada por Storm Thorgerson, muestra a un hombre desnudo bajo la mirada de un ojo gigante en un paisaje desolado en Oljato-Monument Valley, Arizona.

La imagen fue considerada por Pitchfork como una de "las peores portadas de discos de todos los tiempos". Sin embargo, hoy sigue siendo un ícono de la etapa más experimental del grupo.

A pesar de las críticas dispares hacia el arte gráfico, Bury the Hatchet consolidó la versatilidad de The Cranberries. Con él demostraron que podían navegar entre el rock alternativo más pesado y las baladas profundas sin perder su identidad.

Con este trabajo, The Cranberries lograron renovar su propuesta artística y conectar con una nueva generación de oyentes, en un momento de grandes cambios para la música alternativa mundial.


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