El 14 de marzo de 1988, apenas seis meses después del lanzamiento del último disco de The Smiths (Strangeways, Here We Come), Morrissey presentó Viva Hate, su primer trabajo en solitario.
El álbum marcó el inicio de una nueva etapa para el músico británico y logró mayor éxito comercial que sus trabajos previos con la banda.
Un álbum entre la controversia y la reinvención
Viva Hate se grabó entre octubre y diciembre de 1987 bajo la producción de Stephen Street.
Sin embargo, su autoría generó disputas. El guitarrista Vini Reilly, de Durutti Column, afirmó que, salvo Suedehead, todas las canciones fueron compuestas por él y Morrissey, algo que Street negó.
El disco lo publicó HMV y en Australia recibió un título alternativo, Education in Reverse, considerado menos agresivo. En su versión estadounidense, se incluyó el tema Hairdresser on Fire, que en Reino Unido había sido la cara B de Suedehead.
Uno de los puntos más polémicos del álbum fue la canción Margaret on the Guillotine, en la que Morrissey imaginaba la muerte de Margaret Thatcher como "un hermoso sueño". Esta línea generó indignación en el Reino Unido y reforzó la imagen provocadora del artista.
A pesar de la controversia, el álbum resultó certificado oro por la RIAA en 1993 y se reeditó en varias ocasiones. En 2012, una versión remasterizada supervisada por Stephen Street excluyó el tema The Ordinary Boys e introdujo Treat Me Like a Human Being, cambios que, según el productor, fueron exigidos por Morrissey.
Recepción y legado de Viva Hate
La crítica recibió Viva Hate con opiniones divididas. Rolling Stone lo describió como "ajustado y disciplinado", mientras que Pitchfork lo consideró "uno de los discos más interesantes y arriesgados de Morrissey".
Por otro lado, Spin criticó la falta de Johnny Marr en el proceso creativo, argumentando que Morrissey parecía "haber salido a dar un buen paseo deprimente sin darse cuenta de que no tenía ni un punto que ponerse".
A pesar de las críticas, el álbum se incluyó en la lista de los 50 mejores discos de 1988 por Q Magazine y en el libro 1001 álbumes que debes escuchar antes de morir, confirmando su relevancia en la historia del rock alternativo.