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La película de Geena Davis que hizo que Hollywood la olvidara: "Los papeles realmente empezaron a escasear"

Pese a que ganó un Oscar a "Mejor Actriz de Reparto" en 1989, la carrera de Davis se disipó luego de un fracaso en taquilla.

Catalina Reid |

Geena Davis

Geena Davis

En los años 80, Geena Davis brilló con luz propia en Hollywood, consolidándose como una de las actrices más versátiles y carismáticas de su generación. Con su impecable sentido del humor y una presencia magnética en pantalla, se destacó en clásicos como Tootsie (1982), La mosca (1986) y Beetlejuice (1988).

A medida que avanzaban los 90, su carrera parecía imparable, protagonizando películas icónicas como Thelma y Louise (1991) y Un equipo muy especial (1992). Sin embargo, cuando estaba en la cima de su éxito, su carrera dio un giro inesperado.

El punto de inflexión llegó en 1993, cuando Davis se casó con el director Renny Harlin, quien buscó convertirla en una estrella de acción. El experimento comenzó con Cutthroat Island (1995), una ambiciosa película de piratas que terminó siendo un desastre financiero y de producción.

En ella, Davis interpreta a una pirata que corre para encontrar una isla con un tesoro enterrado. La producción estuvo plagada de problemas desde la etapa de guión, lo que provocó múltiples retrasos en el rodaje. Cuando finalmente comenzó el rodaje, las cosas empeoraron aún más. Miembros clave del equipo renunciaron, uno se rompió una pierna al caerse de una grúa y las aguas residuales llenaron el tanque donde los actores debían nadar para las secuencias submarinas.

Sin embargo, el fracaso fue atribuido, en parte, a la resistencia del público a ver a una mujer en un rol típicamente masculino. Un año después, Davis y Harlin intentaron redimirse con The Long Kiss Goodnight, que tuvo una mejor recepción, pero no fue suficiente para restaurar su estatus en la industria.

Su declive se aceleró tras su divorcio de Harlin en 1998, luego de que él tuviera un hijo con su asistente personal. La actriz se tomó dos años de descanso y, al intentar regresar, Hollywood ya no le ofrecía los papeles desafiantes de antes. Su único proyecto destacado en la siguiente década fue Stuart Little (1999), una película infantil que marcó el fin de su era como protagonista de cine.

En una entrevista en 2011, Geena Davis reflexionó sobre el impacto de la edad en su carrera: "Los papeles en películas realmente comenzaron a escasear cuando llegué a los 40. Si miras en IMDB, hasta esa edad, hacía aproximadamente una película al año. En todos mis 40, hice una película, Stuart Little".

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