
En un reciente episodio del programa de divulgación científica StarTalk, el reconocido astrofísico Neil deGrasse Tyson puso bajo la lupa uno de los momentos más impactantes y visualmente espectaculares de la película Interstellar, dirigida por Christopher Nolan: la escena del planeta de Miller y sus olas gigantescas.
Para desentrañar la veracidad científica de este fenómeno, deGrasse Tyson invitó al físico teórico Kip Thorne, asesor científico clave en la producción del filme. Esto dio lugar a un debate fascinante sobre la delgada línea entre la ciencia y la ficción en el cine.
El mismo Thorne reconoció que, si bien el fenómeno de las olas solitarias existe en la realidad, “Debo admitir que la de la película estaba exagerada.
El debate científico: ¿Olas solitarias en un planeta extremo?
La escena en cuestión, recordada por su impacto visual y tensión dramática, muestra a los protagonistas de Interstellar, interpretados por Matthew McConaughey y Anne Hathaway, enfrentando olas colosales en un planeta cubierto de agua que orbita cerca del agujero negro Gargantúa.
Neil deGrasse Tyson planteó una pregunta clave. ¿Es plausible que olas de tal magnitud se formen de manera tan abrupta, en un entorno donde el agua circundante parece permanecer en calma hasta el momento preciso en que se levantan los muros de agua?
Kip Thorne respondió a la interrogante explicando la base científica de las llamadas "ondas solitarias", un fenómeno descubierto en el siglo XVIII.
Según Thorne, estas ondas se producen cuando "un barco o un objeto en movimiento genera una ola que se desplaza de manera estable a lo largo de un canal o cuerpo de agua".
La formación de estas ondas, con su característico "pico pronunciado", se debe a la interacción de dos efectos: la dispersión y el aumento de la pendiente.
La dispersión ocurre porque "las partes más altas del agua viajan más rápido que las más bajas". Mmientras que el aumento de la pendiente se debe a "efectos no lineales".
Thorne admitió que, si bien la ola en Interstellar se inspira en este fenómeno, su "tamaño y forma fueron exagerados para aumentar el impacto visual".
Interstellar: licencias artísticas en pro del espectáculo
El propio asesor científico de Interstellar reconoció que la ola gigante de Miller "no es completamente realista". Pero justificó estas licencias artísticas como un recurso válido en el cine para "mejorar la narrativa y el espectáculo".
Thorne explicó que, en los océanos reales, "las olas más grandes tienden a moverse más rápido que las pequeñas. Esto puede llevar a que la cresta de una ola se rompa antes de que el resto de la ola llegue".
El equilibrio entre dispersión y pendiente permite la formación de ondas solitarias estables, pero no con las dimensiones extremas mostradas en la película.
Desde su estreno en 2014, Interstellar ha sido aclamada como una de las películas de ciencia ficción más importantes de la historia. En gran parte gracias al esfuerzo de Christopher Nolan por integrar conceptos científicos complejos en la trama.
Tal como destaca Fotogramas, Kip Thorne trabajó estrechamente con Nolan para asegurar que elementos como "los agujeros de gusano, el espacio-tiempo y los efectos gravitacionales se representaran con la mayor precisión posible".