El 13 de febrero de 1978, Dire Straits entró al estudio para grabar su primer álbum, un trabajo que, sin saberlo en ese momento, los llevaría a convertirse en una de las bandas más importantes del rock.
El disco, lanzado el 9 de junio de ese mismo año, incluía Sultans of Swing, la canción que definiría su sonido y les daría reconocimiento a nivel mundial.
Un sonido distintivo desde el inicio
Conformada en Londres en 1977, la banda estaba integrada por Mark Knopfler (voz y guitarra líder), su hermano David Knopfler (guitarra), John Illsley (bajo) y Pick Withers (batería).
Desde el principio, Dire Straits se diferenció por un estilo que fusionaba rock, blues y folk, con la inconfundible técnica de Knopfler en la guitarra como sello característico.
El disco fue elaborado a partir de maquetas financiadas por la propia banda y contenía gran parte de su repertorio original.
Sin embargo, algunas canciones quedaron fuera de la versión final, como Move It Away, Real Girl, Me & My Friends y una versión del clásico de Chuck Berry Nadine.
La portada del álbum presentaba una pintura de Chuck Loyola, contribuyendo a la estética clásica del disco.
Sultans of Swing: de la maqueta al éxito internacional
El tema más representativo del álbum, Sultans of Swing, no tuvo un impacto inmediato. Sin embargo, seis meses después de su lanzamiento, alcanzó el puesto 10 en las listas de Reino Unido y Estados Unidos, vendiendo cerca de dos millones de copias en territorio estadounidense.
La historia detrás de la canción es tan llamativa como su melodía. Inspirada en una banda de jazz que Knopfler vio tocar en un pequeño bar de Londres, la letra describe la escena y el ambiente con un tono nostálgico.
"We are The Sultans of Swing", anunciaban los músicos al finalizar su show, una frase que quedó grabada en la mente de Knopfler y que dio origen al título.
Para grabar la maqueta, los miembros de Dire Straits viajaron a Londres con apenas 100 libras en el bolsillo.
Esta situación económica precaria inspiró el nombre de la banda, que en español podría traducirse como "grandes apuros".
Evolución y legado
La primera interpretación televisada de Sultans of Swing se dio en el programa Old Grey Whistle Test en 1978. Con el tiempo, Knopfler refinó la canción, extendiendo los solos de guitarra en versiones en vivo, como la del álbum Alchemy: Dire Straits Live de 1984.
En el concierto homenaje a Nelson Mandela en 1988, Knopfler compartió escenario con Eric Clapton, logrando una de las interpretaciones más memorables del tema. La química entre ambos guitarristas creó una versión única, con el saxofón de Chris White agregando una nueva dimensión al clásico de Dire Straits.
Según Mark Knopfler, la parte final de la canción incluye un "lick" de guitarra improvisado que se volvió esencial en cada presentación. "Si no lo toco, dejaría de ser Sultans of Swing", afirmó el músico.