Efemerides

"Bloodflowers" de The Cure: 25 años del disco que casi significó su despedida definitiva

El álbum "Bloodflowers", lanzado en 2000, fue concebido como el cierre de una trilogía sombría junto a "Pornography" y "Disintegration". Sin singles oficiales, marcó un regreso a las raíces más oscuras de la banda.

The Cure

El 15 de febrero de 2000, The Cure entregaba al mundo Bloodflowers, su undécimo álbum de estudio.

Este trabajo, publicado hace 25 años, se erige como una de las obras más íntimas y melancólicas de la banda inglesa liderada por Robert Smith.

Concebido en un momento de reflexión existencialista para su líder, Bloodflowers llegó a ser considerado como un posible réquiem de The Cure, aunque su lanzamiento y la posterior gira terminaron revitalizando al grupo.

Bloodflowers: un retorno a las raíces oscuras y existencialistas

Bloodflowers se gestó en un contexto particular para The Cure.

Originalmente planeado para 1998, Robert Smith solicitó más tiempo a Fiction Records para superar a su predecesor, Wild Mood Swings.

El resultado fue un álbum de presupuesto reducido, pero considerado por muchos fans como un retorno a las raíces oscuras de la banda, tras trabajos de mayor presupuesto y resultados más irregulares.

Este álbum se distingue por la ausencia de singles oficiales, aunque temas como Out of This World y Maybe Someday tuvieron cierta difusión promocional en radio.

Para Robert Smith, Bloodflowers representó el cierre de una trilogía conceptual junto a Pornography (1982) y Disintegration (1989), la llamada "trilogía siniestra" por sus seguidores.

En 2002, la banda interpretó estos tres álbumes en su totalidad y en orden cronológico en una serie de conciertos en Berlín, registrados en el DVD The Cure: Trilogy (2003).

En una primera escucha, la conexión directa con sus predecesores no es evidente, pero Bloodflowers comparte con ellos una profundidad emocional y una exploración de las condolencias internas del grupo.

Melancolía lírica y pasajes instrumentales evocadores

El álbum se caracteriza por una atmósfera sombría y reflexiva. Temas como The Last of Summer, escrita tras el cumpleaños número 40 de Smith, sumergen al oyente en la nostalgia y la reflexión sobre el paso del tiempo.

Las letras de Smith, ricas en metáforas, se despliegan en canciones como There Is No If y Where the Birds Always Sing, culminando en la desgarradora Bloodflowers, que cierra el álbum con un ánimo decididamente pesimista.

La melancolía de Bloodflowers no reside únicamente en las letras, sino también en su estructura musical.

El disco se compone de largos pasajes instrumentales, como la extensa introducción de más de dos minutos de Out of this World. En ella, los instrumentos se incorporan gradualmente, creando una atmósfera dolorosa y evocadora.

39 destaca por su línea de bajo imponente y sintetizadores tormentosos, mientras que The Loudest Sound sumerge al oyente en un ambiente ensoñador y sombrío.

A pesar de su lanzamiento sin singles ni videoclips, Bloodflowers recibió elogios de la crítica y conectó con el público. Estuvo nominado al Grammy como Mejor Álbum de Música Alternativa en 2001.

Aunque no obtuvo el galardón, el álbum revitalizó a The Cure. Y abrió un nuevo capítulo en su trayectoria que continuaría con tres álbumes de estudio más.

 


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