El 22 de enero de 1960 nació Michael Hutchence, líder indiscutido de la banda australiana INXS.
Su carisma, presencia en el escenario y voz única lo convirtieron en uno de los artistas más icónicos de la música de los 80 y 90. Hoy, en el que habría sido su 65º aniversario, recordamos su vida y su impacto en la industria musical.
INXS: El ascenso al estrellato
Formado en 1977 en Sídney, INXS alcanzó gran notoriedad internacional gracias a la dirección artística de Hutchence, quien llevó a la banda a conquistar las listas de todo el mundo.
En 1987, su disco Kick se consolidó como un éxito monumental, con canciones emblemáticas como Need You Tonight, New Sensation y Never Tear Us Apart.
Este álbum fue el responsable de catapultar a la banda a la cima del rock internacional, vendiendo más de 70 millones de discos y convirtiéndose en una de las agrupaciones más populares de su época.
Durante la década de los 80, INXS también brilló con álbumes como Shabooh Shoobah (1982) y Listen Like Thieves (1985), los cuales incluyeron éxitos como Original Sin y What You Need.
La capacidad de Hutchence para combinar rock, pop y funk con letras introspectivas y sensuales marcó la distintiva sonoridad de la banda.
Carrera en solitario y faceta actoral
Aunque Hutchence siempre fue el centro de INXS, también incursionó en la música como solista.
En 1995, comenzó a grabar su único álbum en solitario, titulado Michael Hutchence, con colaboraciones de Bono de U2 en el tema Slide Away.
El disco, lanzado póstumamente en 1999, mostró una faceta más personal y madura del cantante.
Además de su música, Hutchence exploró la actuación, destacando en el filme australiano Dogs in Space (1986), donde interpretó a un joven músico en una película de culto.
Su trágica muerte y el legado póstumo
El 22 de noviembre de 1997, Michael Hutchence fue encontrado muerto en su hotel en Sídney, en circunstancias que la versión oficial describe como un suicidio.
Su partida a los 37 años dejó un vacío en la música, especialmente en INXS, que intentó continuar sin su líder a través de diversos intentos, incluyendo un reality show para elegir a su sucesor.
La contribución de Hutchence a la música y su inconfundible estilo le valieron varios reconocimientos, como su inclusión póstuma en el Salón de la Fama de la ARIA en 2001.