La educación infantil no se limita a los logros académicos, sino que abarca aspectos emocionales y sociales esenciales para el desarrollo integral de los niños.
Según psicólogos, las palabras y frases que usan los pequeños pueden ser una ventana para entender cómo están aprendiendo valores, empatía y habilidades de interacción social.
Las frases que destacan en una buena crianza
Desde expresiones de cortesía hasta el reconocimiento de errores, estas son las frases que, según los expertos, reflejan una crianza enfocada en valores y empatía:
"Por favor" y "gracias"
Las bases de la cortesía son fundamentales en el desarrollo de la empatía y el respeto. La psicóloga infantil Jeanette Sawyer Cohen, del Centro para el Desarrollo Infantil de Nueva York, señala que enseñar estas palabras desde temprana edad mejora las relaciones interpersonales y fomenta una mayor conciencia social en los niños.
"Lo siento"
Reconocer errores y asumir responsabilidad demuestra madurez emocional. Según un artículo en Psychology Today, aprender a decir "lo siento" ayuda a los niños a comprender el impacto de sus acciones en los demás. Además, estudios del Journal of Child Psychology and Psychiatry (2018) indican que reflexionar sobre los errores fortalece el desarrollo emocional y las relaciones interpersonales saludables.
"Entiendo cómo te sientes"
La validación de emociones propias y ajenas es un indicador de inteligencia emocional. Un estudio de la Universidad de Yale (2020) demostró que enseñar a los niños a identificar y nombrar emociones está relacionado con un mejor desempeño académico y social. Esta habilidad no solo fomenta la empatía, sino que también mejora la comunicación interpersonal.
La educación de nuestros hijos va más allá de los libros y las calificaciones | Getty Images
Habilidades críticas y respeto
"No estoy de acuerdo, pero te respeto"
Aprender a expresar desacuerdos de manera respetuosa es clave para el pensamiento crítico y la convivencia en un mundo diverso. La psicóloga Deborah MacNamara, autora de Rest, Play, Grow, explica que esta habilidad prepara a los niños para manejar diferentes perspectivas de forma constructiva.
"Me equivoqué"
Admitir errores propios es una muestra de responsabilidad y apertura al aprendizaje. Los expertos coinciden en que los niños que reconocen sus equivocaciones tienen mayores probabilidades de aprender de sus experiencias y establecer relaciones basadas en la confianza.
Más allá de las palabras
Aunque estas frases son fundamentales, la clave está en el entorno familiar y social que fomenta estos valores. El ejemplo de los adultos en casa y la práctica diaria de estas habilidades son esenciales para que los niños las interioricen y las apliquen en su vida cotidiana.
Enseñar a los niños a usar estas expresiones no solo fortalece su desarrollo emocional, sino que también construye las bases para una interacción social respetuosa y empática.