
La Navidad, cargada de luces, regalos y reuniones familiares, también puede ser escenario de tensiones y desacuerdos.
Según un estudio de Harvard, estas fechas generan una mezcla de emociones intensas que pueden desencadenar conflictos, incluso entre los más cercanos.
¿Por qué discutimos tanto en Navidad?
De acuerdo con Heidi Godman, periodista especializada en salud de la Universidad de Harvard, y Justin Gillis, terapeuta clínico del Hospital McLean, la Navidad no solo simboliza unión, sino también momentos de alta vulnerabilidad emocional.
Gillis explica que factores como el consumo de alcohol, el cansancio acumulado y las preocupaciones económicas aumentan la probabilidad de desacuerdos.
"Las vacaciones también pueden provocar recuerdos dolorosos o hacernos enfrentar realidades desafortunadas en nuestras vidas, como la falta de apoyo familiar", comenta Gillis, citada por Godman en un artículo en el portal Harvard Health.
Además, una encuesta de American Addictions Centers en 2021 reveló que el 57% de los entrevistados vivieron discusiones familiares vinculadas al consumo excesivo de alcohol.
El alcohol no solo reduce la capacidad de autocontrol, sino que amplifica las emociones, según el estudio de Harvard.
Esto, combinado con jornadas largas de trabajo y las expectativas de perfección en las celebraciones, crea un ambiente propenso a los choques.
Cómo prevenir los conflictos navideños
Los expertos proponen estrategias prácticas para disfrutar de estas reuniones con menos tensiones:
- Establecer límites de tiempo: Si eres anfitrión, fija un horario para el encuentro. Como invitado, organiza tu salida anticipadamente.
- Evitar temas sensibles: Política, religión y decisiones personales son tópicos que pueden encender las discusiones.
- Practicar la empatía: "Cuando aumentamos la excitación emocional, esto afecta nuestro razonamiento", explica Gillis. Escuchar con respeto y responder con calma puede prevenir malentendidos.
- Desviar conversaciones incómodas: Usa frases cordiales para cambiar de tema si surge uno polémico.
Además, buscar momentos de tranquilidad, alejándose brevemente del grupo, puede ser clave para recuperar el equilibrio emocional.
La Navidad como oportunidad para la reconciliación
Más allá de los roces, la Navidad sigue siendo un espacio para fortalecer lazos familiares. Un pequeño gesto de empatía o una disculpa sincera pueden transformar tensiones en reconciliaciones significativas.
La clave está en planificar las reuniones con anticipación, priorizar el respeto mutuo y disfrutar de la compañía de los seres queridos, reconociendo las diferencias como una oportunidad para crecer juntos.