
Jim Carrey, reconocido por su icónico papel como el Grinch en Cómo el Grinch robó la Navidad (2000), reveló que le gustaría volver a encarnar al célebre personaje, pero con una condición muy clara: hacerlo mediante captura de movimiento.
En una entrevista con ComicBook.com, se le preguntó al actor si había algún personaje de su carrera cinematográfica que le encantaría tener la oportunidad de volver a interpretar. Carrey expresó su entusiasmo por retomar al icónico ser verde, aunque recordó lo desafiante que fue el proceso de maquillaje en su primera interpretación. "El día de la película, lo hago con un montón de maquillaje y casi no puedo respirar. Fue un proceso extremadamente insoportable", señaló.
El actor explicó que en aquella ocasión, los niños fueron su principal motivación para soportar largas horas de transformación. "Todo el tiempo pensaba: ‘Es para los niños. Es para los niños’. Pero ahora, con la captura de movimiento, podría ser libre para hacer otras cosas. Todo es posible en este mundo", añadió, dejando abierta la posibilidad de un regreso adaptado a las tecnologías modernas.
Un clásico navideño
La película, dirigida por Ron Howard y basada en el clásico de Dr. Seuss, fue un éxito rotundo en taquilla, recaudando 346 millones de dólares a nivel mundial y convirtiéndose en la película más taquillera de 2000 en Estados Unidos. Aunque recibió críticas mixtas, el trabajo de maquillaje y peluquería fue aclamado, obteniendo un premio Oscar en esta categoría.
Sin embargo, detrás del reconocimiento, la experiencia fue agotadora para Carrey y el equipo. Kazuhiro Tsuji, encargado del maquillaje especial, llegó a necesitar terapia tras los intensos días de trabajo con el actor.
"En el tráiler de maquillaje, de repente se levanta y se mira al espejo, y señalando su barbilla, dice: ‘Este color es diferente al que usaste ayer’", dijo Tsuji una vez a Vulture. "Estaba usando el mismo color que usé ayer. Él dice: ‘Arréglalo’. Y bueno, ya sabes, lo ‘arreglé’. Todos los días eran así".
Tsuji dijo que Carrey lo agotó tanto que el maquillador principal de la película, Rick Baker, le permitió tomarse un descanso del proyecto. Tsuji finalmente recibió una llamada de Carrey semanas después de su descanso pidiéndole que regresara. Tsuji agregó que Carrey “mantuvo su temperamento bajo control” durante el resto de la filmación, aunque su pensamiento final al final de la producción fue "si tuviera una opción, no estaría en este estado mental todo el tiempo".