El desayuno es la primera oportunidad del día para proporcionar al cuerpo los nutrientes y la energía que necesita tras horas de ayuno.
Según la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN), saltarse esta comida o consumirla de forma insuficiente puede reducir el rendimiento y la capacidad de concentración, además de aumentar el riesgo de sobrepeso, ya que el cuerpo recurre a reservas energéticas y activa mecanismos de "ahorro".
Se recomienda que esta comida aporte entre el 20 % y el 25 % de la ingesta calórica diaria, lo que equivale a unas 500 calorías en el caso de un adulto promedio.
Sin embargo, las prisas matutinas suelen llevarnos a ignorar su importancia.
Un desayuno rápido, saludable y asequible
Monique Tello, experta en nutrición de la Universidad de Harvard, propone un desayuno que combina salud y practicidad.
"Necesito algo rápido, fácil, transportable, económico y que me mantenga saciada durante varias horas", explica la especialista.
Su receta es sencilla:
- Fruta congelada: Como frutos del bosque, más económicos y duraderos que los frescos.
- Frutos secos, semillas o cereales integrales: Fuentes de grasas saludables y fibra.
- Yogur natural o bajo en azúcar: Aporta proteínas y prolonga la saciedad.
Para prepararlo, Tello sugiere usar un recipiente plástico de al menos tres tazas de capacidad.
"Llénalo con fruta congelada, caliéntala en el microondas durante tres minutos y añade una porción de nueces, semillas o cereales, junto con el yogur", detalla.
Por qué este desayuno es ideal
La clave de esta propuesta está en su equilibrio nutricional:
- Frutas como base: Ofrecen fibra, azúcares naturales y vitaminas esenciales.
- Grasas saludables: Presentes en frutos secos y semillas, benefician la salud cardiovascular.
- Proteína del yogur: Prolonga la saciedad y evita peaks de insulina, reduciendo el riesgo de antojos.
Además, este desayuno es personalizable, económico y fácil de llevar al trabajo o la escuela, lo que lo convierte en una opción ideal para quienes tienen poco tiempo por las mañanas.
Incorporar un desayuno balanceado como este no solo mejora el rendimiento físico y mental, sino que también contribuye a establecer hábitos alimenticios más saludables a largo plazo.