Para contener la pandemia del coronavirus, la Organización Mundial de la Salud recomendó a los países instaurar cuarentenas parciales o totales (según sea necesario) para evitar que el virus se propague.
Y debido a que el COVID-19 no hace discriminación por edad, estrato social o raza, todos han tenido que adoptar la misma medida, independiente de si se trata de una máxima autoridad o un deportistas.
Un ejemplo de aquello es el confinamiento en que se encuentra la Reina Isabel II, la que se vio obligada a celebrar su cumpleaños número 94 recluida y sin su familia más cercana.
La monarca lleva semanas en cuarentena en el castillo de Windsor, acompaña de su marido, el príncipe Felipe, de 98 años, ya que ambos son del grupo de riesgo. Además, su hijo Carlos y el Primer Ministro Boris Johnson contrajeron el virus por lo que las medidas de seguridad entorno a la reina se han duplicado.
Tradicionalmente se disparan salvas de cañón en Hyde Park, la Torre de Londres y el parque real de Windsor, sin embargo, en esta ocasión la reina pidió no hacerlo.
“Su majestad(…) no lo consideró apropiado en las circunstancias actuales”, señalaron desde el Palacio de Buckingham.
Aunque no estuvo cerca de su familia, sus seres queridos le enviaron saludos a través de las redes sociales. Uno de ellos fue su nieto, el príncipe William, que publicó una foto en la que aparecen junto a ella y su esposa Kate.
Otro que la saludó fue su hijo mayor, Carlos, que publicó una serie de fotografías de la reina a lo largo de los años.
“Deseándole a Su Majestad la Reina un 94 ° cumpleaños muy feliz”, se lle junto a la publicación.