Entrevistas

“Ni siquiera me sirvió para desintoxicarme la cárcel. Salí deshumanizado, más drogadicto y violento”

Khristian Briones, exreo, dijo: “Son 300 víctimas al año que yo tenía. Llevo casi 10 años rehabilitado, son 3 mil personas que no son víctimas porque yo cambié”.

“Eso es combatir la delincuencia”, aseveró el ahora director de la fundación Dimas, quien detalló cómo es la realidad dentro de los recintos penales y la relación entre reclusos y gendarmes.

Explicó que si una persona “en un asalto en Las Condes por robar $10 millones tiene que matar a alguien, a él no le va a pasar nada dentro de la cárcel”, puesto que es un delito valorado entre los internos.

Sin embargo, el asesinato de Margarita Ancacoy en el barrio República, aparentemente a manos de cinco extranjeros y que derivó en la tortura de dos ecuatorianos en Santiago 1, está al otro extremo de la valoración: “Los mismos internos la identifican que podría haber sido su mamita, y además por (el robo de) $5 mil”. Briones agregó que “yo hablo con internos y dicen que la sacaron barata”.

Aclaró que en el castigo poca relevancia tuvo su nacionalidad, puesto que “si hubieran sido chilenos, yo creo que les pasa lo mismo”. Y la aplicación de corriente, “no es tan normal, pero sí pasa”.

Entre los códigos está que “si tú peleas a combos dentro de la cárcel no es ser choro. Es mal mirado, tienes que pelear con estoque”. Adicionalmente, “para poder ser choro tienes que venir del Sename. No puedes a los 20 años robar y ser choro”.

¿Y cómo pudo Khristian superar este contexto? Narró que “viendo un día a mi hija drogándome, me estaba pegando un pipazo de pasta base, ella me mira con sus ojitos y me pasó algo muy milagroso”. Desde entonces, comenzó a hacer su trabajo de rehabilitación, el que admitió fue muy arduo.

“La verdadera puerta giratoria va enfocada más en la falta de oportunidades. Es muy tonto no darle la oportunidad a una persona cuando sale de la cárcel. O sea, preferimos que siga robando”, concluyó.

Rol de gendarmes

En el caso de los ecuatorianos, existieron cuestionamientos a Gendarmería -como mínimo- por la falta de vigilancia. Khristian Briones se refirió a su experiencia en la cárcel, y apuntó que había un funcionario que avisaba “éste mató a una abuelita”, con eso dice “hay que pegarle acá adentro. Eso yo lo vi”.

Aseguró además que hay gendarmes que “entran drogas o sierras para hacer estoques”, u otros que llegaban “en estado de ebriedad en la noche y te sacaban de castigo a hacer gimnasia y te sacaban la cresta”.

Sobre la presencia de celulares, el director de la fundación Dimas relató que “todos sabemos cómo ingresan los celulares: Por algunos gendarmes, algunas visitas y algunos abogados”. Normalmente son, vendidos a $70 mil cada uno.

“Esos gendarmes que son así son los que perjudican a la institución. Son los menos”, acotó Briones.


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