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Cinco mitos sobre la masturbación

La masturbación, muchas veces desprestigiada y llena de mitos. Ahora muchos sexólogos la recomiendan y se practica de forma libre, acá te nombramos cinco mitos sobre esta práctica:

1.- Sólo los solteros frustrados se masturban

Falso. El típico cliché del soltero que no consigue encontrar pareja y no le queda otra que darse placer. Pues no. Se puede estar soltero, estar perfectamente feliz y tener orgasmos acariciándote. Las endorfinas segregadas en el momento del orgasmo son relajantes y desestresantes. Numerosas personas reconocen dormir mejor tras un pequeño (o gran) placer.

2.- Si te masturbas cuando tienes pareja, es que estás un poco falto

Falso. Por tocarse no significa que haya carencias en la pareja. Son placeres diferentes y complementarios. Las caricias solitarias son un placer, ya sea porque es lo que nos apetece en ese momento, porque estamos estresados o porque, de lo contrario, nos sentimos perfectamente y un poco pícaros. Además, cuando llevas viviendo con tu pareja desde hace tiempo, la libido tiene sus altos y sus bajos y la masturbación ayuda a sobrellevar mejor los bajos de tu pareja.

Hay personas que, al descubrir que su pareja se masturba, se lo toman como una traición y se sienten molestos y decepcionados. No obstante, cada cual es independiente en su deseo y su placer, y esto hay que aceptarlo para llevar una vida de pareja plena.

3.- Es malo para la salud

Falso. Desde hace tiempo, la masturbación ha recibido todo tipo de acusaciones: que provoca ceguera, que deforma el pene, que te deja estéril, que produce acné. Por suerte, ninguna de estas afirmaciones es cierta. La masturbación es una buena forma de darse placer, fácilmente y sin culpabilidad.

El único caso en el que es patológico es cuando se convierte en algo compulsivo. Entonces responde a un malestar o a una angustia excesiva y se caracteriza por una pérdida de control (la persona no puede dejar de masturbarse).

4.- Hay que masturbarse para sentirse realizado sexualmente

No necesariamente. Hay que reconocer que tocándonos aprendemos cómo funciona nuestro cuerpo y qué medios necesita para alcanzar el orgasmo. En el caso de las mujeres, suele ser por medio de la estimulación del clítoris. Estimular el punto G o el fondo de la vagina también funciona para muchas mujeres, tanto con los dedos como con un juguete. De este modo, las mujeres pueden reproducir sus estímulos durante las relaciones sexuales o enseñar a su pareja cómo debe hacerlo.

5.- Favorece la eyaculación precoz

Depende. Si el hombre se masturba siempre muy rápido por miedo a que le pillen, puede acostumbrarse a acceder al máximo placer de forma muy rápida, y repetir ese esquema también durante la penetración. En cambio, si se toma su tiempo, la masturbación le ayudará a conocerse mejor y a controlarse, retrasando así el umbral de la eyaculación.


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