Entrevistas

Dermatólogo y tatuajes: ¿Hay riesgos bajo el sol?

“Complicaciones son la infección (…) y un poco ya más complejo, a partir del mes, dos meses de haber hecho el tatuaje, comienzan a aparecer reacciones que son cicatriciales o tipo queloides, que son estas cicatrices anormales, y ahí no hay nada que hacer, prácticamente”, explicó el especialista de la universidad San Sebastián.

“Personas que tienen antecedentes de mala cicatrización, ojalá que lo piensen 10 veces antes de hacerse un tatuaje”, comentó Fuenzalida, quien agregó que “hay personas que hacen mucha reacción al rojo”.

Interesado “tiene que tomar las precauciones en cuanto al lugar” donde se hará estos dibujos, detalló. Una vez realizado, se sugiere “protegerse del sol, no mojar los primeros días, usar algunas cremas humectantes o lubricantes”.

Pero, ¿qué pasa con los arrepentidos? El profesional relató que para sacar tatuajes,  “una de las causas recurrentes es porque me tatué el nombre de alguien que ya no está en mi vida. Entonces, dicen ‘¿cómo me saco esto de mi vida y de la piel?’”.

Indicó que “hay láser, también cosas más radicales, como una cirugía normal para extirpar parte de la piel que tiene el tatuaje”. Pero, más allá de la técnica, lo cierto es que “sacarse un tatuaje y que quede sin ningún vestigio, así como que la piel nunca tuvo nada, es imposible. Siempre se va a notar algo, queda como un esbozo del tatuaje o, en el peor de los casos, a veces queda con unas cicatrices”.

En términos generales, el dermatólogo sostuvo que “hay estudios que hablan de casi un trastorno psiquiátrico en algunas personas con esta adicción a los tatuajes. Comienzan con uno y no paran”. Aseveró además que “no hay ningún estudio valedero” que indique “una relación de causalidad entre aparición de cáncer y tatuajes”.



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