El pasado 21 de noviembre, en Canadá, un grupo de pescadores encontró una langosta con el logo azul y rojo de Pepsi impreso en una de sus pinzas.
El hallazgo ocurrió en la zona atlántica del país, cerca de la isla Grand Manan, al sur de la provincia Nueva Brunswick.
Karissa Lindstrand es miembro del equipo de pescadores. Fue ella quien se percató del peculiar diseño que tenía el animal marino. "Parecía que la imagen hubiera sido tatuada en la pinza de la langosta", señaló.
La miembro del equipo informó que había visto pinzas deformes pero nunca a una langosta con algún tipo de diseño impreso.
Según Lindstrand, quien trabaja en la pesca desde hace cuatro años, la imagen de Pepsi no es un trozo de papel de una etiqueta. Explicó que el logo estaba pixelado, es decir, que su tamaño era mayor al original de la marca de bebidas.
Pese a que es la primera vez que los integrantes del equipo ven algo así, el debate sobre cómo ocurrió esto con la pinza del crustáceo está abierto.
Algunas teorías dicen que la langosta podría haber crecido cerca de una lata que llegó al fondo del océano, mientras otros especulan que una parte se quedó pegada en la critarua de alguna manera.
Este descubrimiento se produce en medio de la preocupación por el volumen de desechos que se acumulan en los océanos.
El coordinador de programa marino del Consejo de Conservación de Nueva Brunswick, Matthew Abbott, aseguró a CBC News que la basura humana "está muy extendida, casi en cualquier parte".
Abbott asegura que el problema de los plásticos es que se descomponen y reducen su tamaño pero no desaparecen del todo. "Cuanto más pequeños se hacen, más se parecen a la comida de los animales. Una vez ingerido, pueden causar todo tipo de problemas", finalizó.