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Multa a una mujer por orinar en público desata una polémica sexista en Holanda

En Holanda se desató un gran debate sobre sexismo, debido a la multa que le cursaron a una mujer holandesa, por orinar en un callejón de Ámsterdam.

Geerte Piening había pasado la noche con sus amigos recorriendo bares cerca de la popular plaza Leidseplein, una zona que se caracteriza por su vida nocturna. Ya se iba a su casa cuando sintió el llamado de la naturaleza, pero el baño público más cercano quedaba a kilómetros de distancia, así que en su angustia decidió buscar un lugar tranquilo para evacuar.

Todo iba bien, hasta que tres policías pasaron por la calle y la descubrieron en el acto y, aplicando las leyes de la ciudad holandesa, la multaron por “wildsplassen” –orinar en la vía pública en holandés– con 90 euros.

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La joven multada, Geerte Piening.

En ese momento la joven no quiso discutir con los policías, pero al despertar al otro día se dio cuenta de lo injusto de la circunstancia y se dijo a si misma: “espera un segundo, voy a luchar contra esto”.

Su demanda llegó a los tribunales y el juez que asumió el caso le dijo que debió haber usado uno de los urinarios de hombres, que se encontraba cerca, lo que indignó a Geerte por las dificultades obvias que esto tiene en la práctica.

Urinario públicos de hombres en Holanda.

Su caso consiguió acaparar mucha atención en redes sociales y algunas mujeres iniciaron una campaña que llegó a la prensa, con el hagstag de #wildsplassen, para pedir la instalación de más baños públicos para mujeres.

“¿Una ciudad turística como Ámsterdam no se avergüenza de que las mujeres no tengan baños a los que ir?”, le dijo Piening a los medios de comunicación holandeses. “Mi intención no era que esto se convirtiera en un enorme fenómeno feminista. Sin embargo, es bueno que se aborde este tema”.


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